El cultivo interior


Alimentamos tres veces todos los días nuestros cuerpos, y a menudo olvidamos que nuestras mentes, nuestras conciencias, necesitan también de alimento.
Existen distintas formas de alimentar nuestro interior. La oración, para quien sea creyente, o la meditación son dos de ellas. La lectura de libros que nos permitan reflexionar y encontrar paz es otra. El cultivo de relaciones positivas, de la creatividad, del arte, de acciones que desarrollen nuestras cualidades, son formas de nutrir nuestra alma. Es bueno dedicar un rato al día a estas actividades para evitar que el torbellino de la vida nos haga pasar por ella de una forma automática e inconsciente.
"FUNDACIÓN VIVO SANO"



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