Luces en sol

Luz,
luz que agoniza
y quiere ser grande.

Importancia para anónimos,
historias que se rozan,
distantes,
atrapadas por su haz envolvente.

Luz a ti debida,
como si cada tarde
pasaran lista,
para ser reconocida,
y dejarla después en una esquina.

Presentes que paran su rumbo,
obligados por tu inercia deslumbrante,
oxidando sus quehaceres,
aún siendo rutina pasajera.

Luz que rompes las negras nubes,
dominando la fuerza devastadora de tu propia madre,
cuchicheando al oído para distraer,
y salirte con la tuya.

Luz que se va,
para volver.
Porque siempre se va
para regresar puntual,
aunque no se la espere.

Relojes y fachadas
llevan su nombre tatuado,
para mentes despistadas,
que no miran,
pero que la sienten.

Luz en la bohemia mirada,
que arrastra a la par
tanto al rural como al urbano,
y turbar sus anhelos.

Luz de ayer, hoy y mañana.
Misma percha con distinto traje.
Siempre tú.
Luz eterna.