Lluvia en la ciudad
En retaguardia,
al amparo de un agua que a veces cesa,
casi siempre,
y que manejan unos, para restringir,
otros para negociar.
Lluvia siempre,
limpia o con escarcha,
siempre agradecida lluvia.
Limpiar las mugres,
no solo de las calles,
mugres energéticas,
de intenciones ajenas que nos cuelgan en la espalda sin saber.
Pensamientos hirientes,
cargados de envidias y codicias,
dichos a espaldas,
en la valentía lejana.
Llueve en la ciudad,
y el estrés desborda a la alegría,
la lluvia moja pero nada más.
No mata,
no roba,
no vocifera.
Para eso estan otros,
otros que ni mojándolos meses,
refrescan actos para el cambio.
Lluvia en la ciudad,
remojar los malos humos,
esos que con un buen charco salpicado,
bajan intenciones a los pies,
recordando para el resto del día,
que tenemos que estar presente a cada zancada.
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