The clown
Melodía triste de payaso,
rezaba sobre su flauta.
Alma juguetona y burlesca,
en profunda huida.
Pasos menudos,
botas de betún rojo desteñido,
ritmo lento,
en asfalto duro.
Duro trazo en color cansado.
Calle arriba sin entonar melodía alguna,
colegiales en huida,
descaro en sus rostros superfluos,
burlando al burlador.
Mirada perdida de clown,
suspiros enlatados,
barnizados en días gloriosos.
Melancolía de un ayer,
que hoy pesa,
hombros en desuso para aguantar cargas ajenas.
Aguantar bajones externos,
penas impropias para transformar,
camuflar el desaire propio.
Sonreir,
sonreír siempre
mordiendo el labio.
Tocar la pequeña flauta,
para alegrar corazones tristes.
Épocas de inspiración,
ya no,
hoy no.
Hoy la calle solo incita a breves paseos,
caminatas repetidas para ordenar las angustias pasajeras.
Sostener el gran tótem entre sus manos,
tarareando notas pesadas,
enjauladas por castigo ajeno.
Pequeña flauta,
de melodías tristes,
que ansía alegrar el corazón
de su propio clown interior.
Mientras,
los pasos siguen el surco,
calle arriba y calle abajo.
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