La llamada

Supongo que es cuetión de tiempo,
días quizás,
como mucho un mes.
Seguro que me llaman.
Mi perfil es el que mejor encaja.

Hoy no puedo quedar,
mira que me sabe mal,
pero chica he quedado con unos amigos de facebook.
Seguro que para otra nos vemos fijo.

Si me hubieras llamado hace un rato solo...
me acabo de comprometer con otro curro,
que rabia me da porque prefiero currar para ti,
clientes como tú hay pocos.
No pasa nada saldrán más colaboraciones.

Justo pensé en ti hoy y te iba a llamar,
los niños,
la casa,
el coche,
que no me da el día.
Pero la semana que viene hacemos un hueco.

Mientras en otro Universo paralelo...

 ...el telefóno no para de sonar,
eso cree el señor de gafa pasta,
más quisieran las ganas,
paredes empapeladas de angustia,
anhelo por la pertenencia.
Sentirse importante en los planes de alguien.
Disparar por fin a la soledad,
viendo agonizar su último aliento...

Pero no, no pasa nada de esto,
el señor de gafa pasta,
moja sus ganas en el café,
y sigue viendo el instagran,
donde se nace importante.
Donde las llamadas no existen,
y donde nadie las necesita.