Florecer

Mientras los pétalos de abril se dejan asomar,
medio inertes,
pintados por el silencio de las calles,
los columpios debatían sobre ciencia y existencia.
Desnudos,
la física y el poder de atracción,
no servían ya para sus intereses.
Atrapados por desuso,
añorando los juegos,
las risas y los llantos.

Se rompían las cadenas del compartir,
en mitad del confinamiento,
enzarzados con la natura.
Batalla campal,
entre humanos,
y vida natural,
sin alteración ni recorte.

Entradas de parques
sin alma,
sin pequeñas voces alborotadoras,
pisadas tapadas y encerradas.

Desde esa soledad ,
en distancia amiga,
brota el color,
alegría en silencios aplaudidos.

Las flores brindan la oportunidad al insensato,
al no creyente,
para el viaje al éxtasis de los sentidos.

Pintar  almas ingratas,
con sus ciclos vitales.
Mientras en las ciudades
se tiñen de fe y esperanza constreñidas.