Hacer el amor en tiempos sin tiempo



Leo este artículo titulado " Sin tiempo para el amor: capitalismo romántico ", muy interesante y te hace reflexionar que no tenemos ni dedicamos tiempo para hacer el amor, en esta sociedad que nos enjaula al capitalismo del consumo efímero, incluido el amor como parte de consumo desdibujado.

Hacer el amor  no es echar un polvete de vez en cuando rápido( mayoritariamente los fines de semana en la  noche) ni un apagafuegos de necesidad carnal,ni mucho menos un low cost de sofá-manta-peli y ya que te siento cerquita me lo haces, no. Hacer el amor va mucho más allá de eso, va más allá de tiempos medidos y cronometrados, dejarse al placer de todos los sentidos, con ganas, muchas ganas, de tocarse, saborearse, experimentarse, miradas cómplices, lametones sin segunderos, de silencios mutuos sintiendo el calor de la otra persona, incluso hacerlo y volver a hacerlo otra vez las veces que haga falta, darse el lujo de empacharse, de acabar exhausto y coger fuerzas abrazándose de mutuo afecto.

El sistema de consumo nos dice que todo tiene que ser rápido, lo material con obsolescencias programadas cada vez más cercanas,  la comida sin pararse a saborearla casi, la tecnología, apenas sale un nuevo modelo que no hemos comprendido y ya hay otro esperando para salir, incluso las emociones van rápido, sin saber gestionarlas cuando aparecen, y que nadie te enseña como atravesarlas para que no nos quedemos en modo bloqueo, estímulos que nos entierran la manera de afrontar los problemas, porque no hay tiempo para pararse , para pensar y reflexionar, para ver hacia que rumbo nos dirigimos si es que tenemos un rumbo marcado, no hay tiempo, tú sigue y ya si eso, más adelante lo piensas, es casi lo que nos aconsejan.
Sentir hacer el amor, y no pensar en otras cosas cuando lo estas haciendo, si he terminado el curro pendiente, si tengo que comprar cosas...orgasmos pasajeros por inercia y a otra cosa.

El sistema te pide muchas horas en el trabajo, otras tantas,(si te las permites) para dormir, pero como no hay horas suficientes para todo lo que te propones, nos las quitamos de sueño para abarcar más, nos engullimos en mil tareas cotidianas pero sin profundizar en ellas.
No hay tiempo en el jardín del consumo, aunque es curioso que sí sacamos tiempo para enganches, para placeres absurdos, para estar a la última en tecnología y en las múltiples redes sociales, noticias efímeras, recuerdos pasajeros de quita y pon que apenas retenemos en nuestra retina, un día y otro, saturándonos de ruido.
Tecnología y aplicaciones de móvil que nos facilitan todo, incluso follar y conocer gente,
" porque sabemos qué es lo que necesitas", es el eslogan de una nueva aplicación de conocer gente, catálogos de rostros sin tiempo, donde pasas a ser un click de ratón con marca roja si no me gustas o verde si me atraes.

Todo te lo facilitan, ya no esta permitido perderse en un ciudad y preguntar a alguien, para que así  quizás puedas entablar una conversación, y quizás te rías un rato, quizás digas... qué persona más maja para conocerla y tomar algo, quizás sea así el comienzo de una bonita historia con duración de 10 segundos, un mes o años, o simplemente te diga de la mejor manera como llegar a la calle que preguntaste y te regale un adiós sincero.

Cada vez nos dicen que hay menos tiempo para perder el tiempo, ya lo avisaba Michael Hende en Momo, avisando del peligro de los hombres de gris, ladrones de tiempo, visionario de un futuro presente, ¿ de verdad les vamos a dejar que nos roben el tiempo?
Por favor hagamos más el amor dejando el reloj y el móvil en una caja guardados, y perdámonos en los placeres de los sentidos, eso si es importante.

P.D. aquí dejo en enlace del artículo


 http://www.pikaramagazine.com/2014/09/sin-tiempo-para-el-amor-el-capitalismo-romantico/







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